Rotulador, 2025
El curso 91/92 fue el primer curso de los 6 que trabajé en el Ies Las Cumbres de Ubrique. Fue un año genial, de muy buenos recuerdos, divertido, creativo y donde me empapé de sierra hasta el punto de enamorarme de ella, historia de amor que aún dura.
En primavera se hizo una gymkana que transcurría por el pueblo y una de las pruebas era encontrar a un profesor del centro que estaría disfrazado por algún rincón de Ubrique. Yo fuí el profesor elegido y me tocó disfrazarme de moro, ataviado con una chilaba, un Fez por sombreo, una alfombra al hombro y una caja llena de relojes y otros productos de bazar. Me recorrí casi todos los bares del pueblo hasta que me apalanqué en el bar Toledo, el de los chicharrones, que estaba justo debajo de la buhardilla donde yo vivía y allí fue donde me encontraron los alumnos de mi tutoría, que finalmente ganaron la prueba y tuvieron de premio un guiso en las ruinas de Ocurri.