Rotulador, 2011
Nuevo dibujo de efectos terapéuticos para soliviantar las impertinentes horas claustreras, para que la actividad creativa me impida dormirme y poder escuchar , entre trazos, algo de lo que los compañeros dicen. El dibujo como veneno, pero veneno dulce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario