Contador

jueves, 7 de abril de 2016

Vendedor de mostachones

Boli, 2016.
Así lo recuerdo. Se montaba en la estación de Utrera y no se bajaba hasta Jerez o Cádiz donde volvía a coger un tren de regreso, pregonando su mercancía con la misma cantinela de diario. Quizás hayan pasado más de 20 años que dejé de ver la silueta recia y agitanada de este peculiar vendedor de gesto severo y mirada oriental pero hoy la memoria, caprichosa y casual, me ha devuelto su imagen y he decidido plasmarla. Ahí va.

No hay comentarios:

Publicar un comentario