El sábado asistimos a la Feria del queso de la vecina Villaluenga del Rosario. Tremendo el día de bueno, salvo un poco de viento, y tremendo el poder de convocatoria del evento, que atrae a más de 20.000 personas cada año, lo que hace que haya tremendas colas para poder saborear algunos quesos y tener mucho cuidado con la figura del jubilado ávido de queso, personajes que, tras bajarse del autobús no dudan en abrirse hueco a base de codazos , pisotones y caras desencajadas. Mientras me tomaba unas tapillas de chicharrones pude dibujar a esta pareja, pelo blanco él, pelo rojo ella reza el dibujo en sus cabezas, pero lo que más me gusta de él, son los detalles de los términos del fondo, con sus toldos y sus bullas.
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